¡La seguridad y confianza en uno mismo siempre se perciben y venden!
Nunca me di cuenta del poderoso efecto del networking hasta que me pagó varias vacaciones en Disney con toda mi familia.
Cuando vine a estudiar una maestría de negocios en los Estados Unidos, me di cuenta que iba a tener que hacer cosas que nunca antes había hecho, empezando por “sobrevivir” a las sesiones de networking. Las escuelas de negocios en Estados Unidos promueven las relaciones sociales como una prioridad y buena parte del tiempo está dedicada a conocer ejecutivos, empresarios, personal docente, ex-alumnos y a asistir a ferias de trabajo, ensayar entrevistas, explicar tu punto de vista ante muchas personas y sobre todo hacer saber a toda persona en frente tuyo quien eres.
¡Yo veía a los 200 alumnos de mi clase y pensaba que eran mucho más preparados, expertos e inteligentes que yo y tenían que serlo! porque los veía muy cómodos haciendo conexiones y conociendo extraños todos los días. A mí me costaba mucho y a pesar que llegaba a conseguir contactos, me parecía que pagaba un precio muy alto al tener que pasar momentos tan difíciles porque no veía el propósito y no entendía cuanto podía ayudarme.
A punto de terminar la maestría e intentando una vez más de hacer un esfuerzo de conversar con un extraño, encontré un compañero de clase con quien nunca había hablado. Como nuestras familias venían para nuestra graduación, me contó que su mamá trabajaba en Disney y podía hacernos entrar a mi y a mi familia gratis a los parques de Disney como sus invitados. Una conversación de 10 minutos o menos nos hizo los invitados de una señora que nunca nos había visto, quien nunca nos permitió que le regalemos nada y lo único que nos pidió fue que oremos por ella.
Después de ese episodio saqué las siguientes conclusiones:
Todos estamos interesados en algo en un evento de networking que puede ser : conseguir mas clientes, conseguir un nuevo trabajo, hacer conocer un producto, hacer nuevos amigos, o practicar tu discurso de elevador. Te puedo asegurar que no eres la única o el único que se siente incómodo o ansioso hasta cierto punto y que de una manera u otra todos estamos buscando lo mismo.
Cuando pensaba que mis compañeros en la escuela de negocios eran mejores que yo, no me daba cuenta que también había sido admitida a la misma escuela con suficientes credenciales y estudios para ser aceptada. De repente te pasa un poco lo mismo y eres tú peor enemiga o enemigo. De hecho, pienso que podría haber aprovechado mucho más mis días en la escuela, pero hoy son una gran lección. Todos tenemos muchas cosas que ofrecer y por lo cual sentirnos bendecidos, y es trabajo de cada uno encontrar cuales son los beneficios de tu producto y las ventajas de conocerte.
Antes de ir al evento asegúrate que sabes para que vas y que vas a decir ya que la preparación es clave. Preséntate con seguridad y confianza porque eso siempre vende. Prepara la respuesta a la pregunta obligada “¿Y tú que haces?» y la historia de la decisión de empezar tu negocio como mínimo. Piensa también en preguntas interesantes que le puedes hacer a extraños.
poner, acuérdate que tú eres tu marca y que pretendes que la gente te recuerde, y deben acordarse de ti por las razones correctas.
Es bastante fácil darse cuenta cuando alguien no está genuinamente interesado en hablar contigo. En estos casos la conversación se hace mucho más incómoda además de saber que es una pérdida de tiempo. Muestra un verdadero interés en las personas que conozcas porque todos son importantes y procura que la experiencia de conocerte sea agradable y sobre todo memorable. Escucha atentamente para que puedas ofrecer tu ayuda o continuar la conversación basada en los intereses de esa persona. Acuérdate que estás ahí presentándote y presentando tu producto como un primer paso.
Conocer a la persona correcta que te ayude a crecer tu negocio no tiene que suceder en un evento solamente. Puede suceder en un supermercado, en un gimnasio, en una fiesta o en cualquier lugar. Siempre debes estar preparado con tus tarjetas de negocio y con tu presentación lista porque no sabes lo que puedes encontrar y recuerda que la buena suerte existe cuando la oportunidad y tu preparación se encuentran.
Todos respondemos mejor cuando se nos pide algo con amabilidad y respeto y más aún cuando podemos devolver ese favor. Busca la manera de mantener el contacto por medio de emails o llamadas telefónicas porque lo último que quieres es que la otra persona se sienta utilizada. Pedir ayuda a una persona con quien no has hablado en mucho tiempo probablemente no traerá los mejores resultados. Demuestra a la otra persona que te interesa realmente continuar el contacto y quien sabe en algún momento la oportunidad se presenta.
Finalmente, como todo lo que vale la pena toma tiempo y práctica. Nunca es suficiente práctica, así que aprovecha las oportunidades que existen en todo momento y a donde vayas mantén esa actitud abierta a conocer personas que quien sabe estén justamente buscando el producto o servicio que tú ofreces. Uno nunca sabe.